SIETE MAESTROS MASONES: EL SENTIDO CUALITATIVO DE LOS
NÚMEROS
Si hemos distinguido en el simbolismo general entre los
aspectos esotérico y exotérico de toda manifestación (lo interno y lo externo
del símbolo) en el caso del simbolismo numérico esta distinción se muestra de
un modo claro en el doble aspecto cualitativo y cuantitativo de los números.
Uno de los rasgos característicos del hombre moderno, es su
marcada tendencia a verlo todo desde un punto de vista cuantitativo,
olvidándose cada vez más de lo cualitativo. Esta tendencia ha llegado al
extremo de que hoy se valora a las personas por lo que tienen (en cantidad) y
no por lo que son (en cualidad). El hombre, por esta razón, se aleja cada vez
más de lo esencial, para dar toda la importancia a lo que siempre fue
considerado por los sabios antiguos como secundario y contingente.
Esta tendencia se observa claramente en el modo como se
enseñan los números en las escuelas, colegios y universidades de nuestro tiempo
y cómo los utiliza en particular la ciencia moderna. En efecto, se ven
únicamente como instrumentos para contar y medir y, desde este punto de vista
puramente cuantitativo, se suman, restan, multiplican y dividen, llegando hasta
las más complicadas operaciones sin vislumbrar de manera alguna el origen
sagrado y divino, esencial y cualitativo que los números poseen en su más
importante aspecto. Se los utiliza también para identificar objetos y toda
clase de documentos, y para identificar personas, hasta el extremo de que, hoy
día, ya todos los hombres tenemos la obligación de portar un documento llamado
de 'identidad', caracterizado fundamentalmente por un número que se pierde en
lo indefinido de la multiplicidad.
Esta manera de ver las cosas, tan propia y exclusiva del
hombre occidental moderno (corriente que está arrastrando a la humanidad
entera), tiende de manera casi imperceptible, pero cada vez más intensa, a
llevar al hombre hacia la uniformidad, la disolución y la desarmonía,
alejándolo de la unidad, la unión y la armonía. Es lo que de manera clara se
describe como el "reino de la cantidad" nota1 y el olvido de la
calidad.
Las tradiciones antiguas, que son las fuentes de las que la
Masonería bebe los conocimientos, veían los números como los principios
esenciales de las cosas. Consideraban que el número no era humano, sino que
había sido revelado al hombre por la divinidad, para que sirviera como medio de
conocimiento de las más altas verdades y como vehículo de síntesis y unión
entre el Cielo y la Tierra y entre los distintos órdenes de la existencia.
Los pitagóricos, por ejemplo, establecieron las relaciones
precisas entre la matemática, la geometría, la música y la astrología (todas
ciencias numéricas) demostrando de esta manera la armonía del universo y la
analogía del macrocosmos y el microcosmos, sin dejar de reconocer que también
la desarmonía de algunas de las partes está incluida en la armonía general del
todo.
Las figuras geométricas, que se realizan con la regla, la
escuadra y el compás, representan la manifestación de los números en el plano
bidimensional. A cada figura geométrica corresponde un número determinado y su
adecuada comprensión nos puede llevar a interpretar y desentrañar los planos
del Gran Arquitecto del Universo. Si llevamos esta geometría al espacio
tridimensional, pasamos del plano a la construcción y observamos cómo los
pueblos antiguos construían ciudades y templos a imagen y semejanza del modelo
del universo, así como el templo de Salomón y la ciudad de Jerusalén (y
podríamos mencionar las otras tradiciones) fueron construidos tomando como
modelo a la Jerusalén Celeste. Nuestra Orden hereda de las órdenes de
constructores este conocimiento, enseñándonos así cómo debemos construir
nuestros templos y, fundamentalmente, cómo podemos aplicarlo para la
construcción del templo interno, cuya coronación constituye la meta de nuestra
carrera masónica.
También mencionábamos la relación del número con la música.
Las notas musicales no son otra cosa que números actuando en el mundo del
sonido. Esto pone al número en estrecha relación con las ideas de armonía y ritmo,
y particularmente nos muestra la armonía de la ley natural.
Y la astrología, ciencia también numérica, que bien
entendida pone al hombre en la tierra en estrecho contacto con el cielo,
utiliza la escuadra y el compás en la realización de sus cálculos.
Por otra parte, la Cábala nos enseña de la relación de los
números con las letras y las palabras y también a comprender la esencia de los
nombres a través del número.
Y podríamos mencionar que también los metales y los colores
y, en realidad, todo lo que se manifiesta es numérico; pues, como dice el
evangelio cristiano, "hasta el último de tus cabellos está contado".
Trataremos en los próximos trabajos de analizar cada uno de
los números, estableciendo con ellos las múltiples relaciones entre las distintas
tradiciones y entre los distintos estados del ser. Quizá podamos demostrar así,
cómo la numerología es un verdadero lenguaje; y, tal y como lo ha encarado la
Masonería, podremos ver cómo este lenguaje puede ser considerado,
verdaderamente, un idioma universal.
* Publicado en Símbolo, Rito, Iniciación. Siete Maestros
Masones. Ediciones Obelisco, Barcelona 1992.
(1) Cf. René Guénon. El Reino de la Cantidad y los Signos de
los Tiempos .
No hay comentarios:
Publicar un comentario