miércoles, 19 de octubre de 2016

”CIENCIA Y TECNICA” (Jacques Anisson du Perron .)


CIENCIA Y TECNICA



Ciencia y técnica
 TRADITIO Revista E.T verano 1987 nº2





“Sin la virtud todas las ciencias no pueden ser sino muy dañinas”.

Platón.

“Llegara el momento en que el hombre será prisionero de sus triunfos técnicos”

Thierry Maulnier



 Si existe un tópico elevado a la categoría de principio, es el de la neutralidad de la Ciencia, que se enuncia así: la Ciencia no es una buena ni mala,solo la voluntad humana le da un sentido positivo o negativo. Corno muchos tópicos, este pseudo-principio traiciona la verdad en lugar de aclararla. En realidad, debería ser enunciado de la siguiente forma: las ciencias tradicionales son buenas , la ciencia moderna es mala . He aquí un juicio que corre el riesgo de chocar con el de muchos de nuestros contemporáneos porque va rotundamente en contra de todas las ideas recibidas —así , pues , será necesario , para apoyarlo , recurrir a la autoridad de René Guénon . Según el testigo más lúcido de la crisis de nuestro tiempo, la ciencia moderna ha pecado contra el espíritu separándose de la metafísica (tomada en sentido guénoniano escindiéndose de toda trascendencia. “Queriendo separar radicalmente a las ciencias de todo principio superior con el pretexto de asegurar su independencia, la concepción moderna las priva de todo significado profundo e incluso de todo interés verdadero desde el punto de vista dei conocimiento (1). A esta condena severa, no faltarán algunos que aleguen los “éxitos “ de

la ciencia.... ciertamente , tiene éxito , incluso tiene demasiado porque este resultado no hace sino marcar la degradación del conocimiento a un plano inferior , lo cual entraña las más graves consecuencias para la civilización y , finalmente , para el propio hombre . “En estas condiciones , la industria no es ya solamente un aplicación de la ciencia , aplicación de la que ésta debería , en sí misma , ser totalmente independiente ; aquélla se convierte en la razón de ser y en la justificación , de forma que , también aquí, las relaciones normales se encuentran invertidas . A lo que el mundo moderno ha aplicado todas sus fuerzas, incluso cuando ha pretendido hacer ciencia a su manera , no es a otra cosa en realidad que al desarrollo de la industria y del “ maquinismo “ ; y , queriendo dominar así la materia y plegarla a su uso , los hombres no han conseguido sino hacerse sus esclavos (...) ; no solamente han limitado sus ambiciones intelectuales (...) a inventar y a construir máquinas , sino que han terminado por convertirse ellos mismos en máquinas verdaderamente”(2) .



Anteriormente se hacía una distinción entre el dominio de la ciencia pura y el de la técnica , pero , en nuestros días , esta distinción ha acabado por perder todo significado ; el tiempo en que los sabios meditaban en sus bibliotecas o soñaban bajo los manzanos ha pasado ya ; hoy en día , los hombres de ciencia trabajan para el Estado o para la Industria , en laboratorios

donde se les obliga a utilizar máquinas y a someterse a una técnica de investigación . Lo cual entraña, por un: parte, una degradación del conocimiento - que ya no es desinteresado - , de otra , una degradación de la persona del sabio . . .



Para hacer comprender este último punto, bastará con evocar la personalidad del alquimista que , al transformar la materia , se transformaba a sí mismo sometiéndose a una disciplina ascética . “La verdadera alquimia era esencialmente una ciencia de orden cosmológico , y , al mismo tiempo , era aplicable tarnbién al orden humano , en virtud de la analogía del “ macrocosmos “ y del “ microcosmos “ ; además , estaba expresamente constituida con el fin

le permitir una transposición al dominio puramente espiritual , que confería a sus enseñanzas un valor simbólico y una significación superior y que hacía de ella uno de los tipos más completos de las “ ciencias tradicionales “(3) .



Tales son las principales razones de la superioridad de las enseñanzas tradicionales sobre la ciencia moderna, pero otra razón aún más grave reside en el aspecto benéfico de las primeras , contrastando con el aspecto maléfico de la segunda . Este aspecto maléfico se entiende involuntario , no es buscado a sabiendas , sino que se vincula a las acciones del aprendiz de brujo que desencadena reacciones absolutamente imprevisibles . Uno de los efectos perniciosos de la ciencia moderna es haber impuesto el materialismo como filosofía

Imperante , lo cual implica la negación del cosmos y del “ alma del mundo’; con el desprecio por la Naturaleza . “(Los modernos ) se jactan constantemente de “ domar las fuerzas de la naturaleza “ , pero están muy lejos ciertamente de darse cuenta de que , detrás de estas mismas fuerzas , que consideran en un sentido exclusivamente corporal , hay algo de otro orden , de lo cual no son realmente más que vehículo y como la apariencia exterior ; y es esto lo que bien podría rebelarse algún día y volverse finalmente contra aquéllos que lo han desconocido “ (4) . A propósito de esto , René Guénon habla de los “ guardianes de los tesoros ocultos “ que , a pesar de la sonrisas escépticas de los físicos modernos , podrían manifestarse actualmente — basta pensar, por ejemplo , en las terribles radiaciones atómicas .



Pero no es necesario evocar eventuales castigos físicos, porque los daños morales causados por la Ciencia son ya suficientemente espantosos. Se debe a ella este fenómeno extraordinario, desconocido en todas las demás civilizaciones , que Max Weber ha llamado el “ desencantamiento del mundo “ ; éste último ha perdido , a causa principalmente de todas las teorías científicas, su profundidad y su misterio , y se encuentra reducido al estado de representación abstracta , descolorida , privada de vida . La Naturaleza, antaño nuestra madre , ha sido rebajada al rango de una esclava , simple proveedora de materias primas .



Pero , detrás de la Naturaleza , era a Dios a quien se apuntaba . De este modo , la definición de la Ciencia por Louis Pawels supera muy de lejos la simple broma : “ La Ciencia es un máquina para probar que no existe el buen Dios “ . Esta definición está tal vez un poco pasada de moda , se aplica más bien al cientismo del último siglo , y es necesario tener en cuenta un tímido empujón espiritualista en el mundo científico - podría citarse el caso de Oppenheimer , por ejemplo - , aunque la “ gnosis de Princeton “ de Raymond Ruyer no sea más que una ficción . En fin , recordemos que , para el marxismo , la principal función de la ciencia consiste en la afirmación del materialismo en tanto sistema filosófico . Para Frithjof Schuon,la ciencia

es “ una semilla de corrupción y de aniquilación en manos del hombre que por término medio no tiene un conocimiento suficiente de la naturaleza profunda de la Existencia para poder integrar — y así neutralizar — los hechos cien tíficos en una visión total del mundo “ (5) . En resumen, “la ciencia moderna ha tenido el efecto , entre otros , de herir mortalmente a la religión , planteando en concreto problemas que solo el esoterismo puede resolver “(6).



Las civilizaciones tradicionales eran perfectamente conscientes de este peligro y , para protegerse , impedían , con mucha sabiduría , que cayeran los conocimientos en manos profanas — en una palabra , en ellas el saber era ocultado y reservado a las gentes cualificadas , a los iniciados . Se encuentra este estado de espíritu hasta en un Platón, por ejemplo , que

vivía no obstante en una sociedad ya netamente antitradicional , la Atenas del siglo V. Pero el hombre del siglo XX , imbuido de su superioridad , impregnado por la ideología del “ Progreso “ , es incapaz de apreciar el nivel real de conocimiento , de verdadera ciencia , de las antiguas culturas y de comprender su ética , que las hizo rechazar la técnica ; para él , no puede tratarse más que de ignorancia , de obscurantismo ( el uso de este término es típico de la mentalidad moderna ) , cuando de lo que se trata es de una profunda sabiduría . Pondremos como prueba la anécdota del jardinero, extraída de la obra de Tchouang — Tzu , y que data , en consecuencia , de unos trescientos años antes de nuestra era . Nos describe a un viejo jardinero que riega su huerto con una tinaja que va a llenar de agua descendiendo por un túnel hasta un pozo. Pasa un discipulo de Confucio que sugiere al viejo utilizar una máquina para sacar el agua del pozo. El jardinero responde: “quién se sirve de máquinas, usa mecanismos y su espíritu se mecaniza, tiene el espíritu mecanizado no posee ya la pureza de la inocencia y pierde así la paz del alma . No es que no conozca las ventajas de esta máquina, pero me avergonzaría de emplearla” . (7) .



Tal era la sabiduría de los Antiguos. ¿Es necesario añadir que esta sabiduría ya no es comprendida?  No solamente ya no es comprendida, sino que corre el riesgo de ser ridiculizada. Para asegurarse, basta revisar a los filósofos y a los pensadores de nuestro siglo (teniendo en cuenta que los moralistas están en vía de desaparición). Hecho digno de mención, solo un pequeño número entre ellos ha estudiado el problema de la Ciencia

la Técnica , y , si lo ha hecho , nunca es considerándolo crucial para el devenir de la humanidad . Sea por falta de base doctrinal, de verdaderos principios , sea por temor de la opinión pública , todopoderosa en esta era de las masas , los cerebros de nuestro tiempo se han guardado de lanzar una condena  formal sobre la Ciencia , a pesar de que hayan denunciado sus ‘inconvenientes . Así, Karl Jaspers no duda en escribir que “la técnica abre un camino que debe ser recorrido. Una vuelta atrás no logrará más que hacer la existencia más difícil e incluso imposible . De nada sirve maldecir, hay que superarla. Esto supone que se acepte el considerar a la técnica como un dato definitivo y el abstenerse de dirigir la atención expresamente sobre ella (8) . Otro filósofo, bastante próximo al precedente, ya que ambos

se consideran pertenecientes a un existencialismo cristiano , no se expresa de otro modo : “ No se ve en absoluto , en efecto , escribe Gabriel Marcel, que la técnica sea en sí misma un mal y que sus progresos deban ser condenados. No se podrá tampoco pretenderlo , según parece , sin caer en el puro infantilismo (9). En Paul Valéry , es el pensador , el hombre que concede algún lugar a la intuición , el que protesta contra el exceso de racionalización , pero no plantea jamás la cuestión del valor moral de la Ciencia . Con gran inconsecuencia, Bernanos denuncia la “robotización ‘ de nuestra civilización mecánica mientras nos asegura que „ el mal no está en las máquinas (10). En cuanto a Saint - Exupéry , si bien no ama los frigoríficos , ama mucho, no

obstante , los aviones (11) . Se podrían citar todavía algunos autores, en particular Toynbee , Aldous Huxley , D.H.Lawrence , pero , aun aquí , la crítica está lejos de alcanzar lo esencial . Que conozcamos, sólo Jacques Ellul  ha tenido el coraje de instruir el proceso a la Técnica (12) - y es necesario mucho coraje en nuestra época para desafiar a la todopoderosa ideología del Progreso.



Este autor no es desde un punto de vista tradicional como juzga la Técnica, pero la somete a un análisis sociológico muy cuidadoso que pone en evidencia su carácter nefasto. De una forma exhaustiva , Ellul distingue ocho características principales de la Técnica : racionalidad , artificialidad ,automatismo , autocrecimiento , unicidad , entrañamiento ( las técnicas se engendran unas a otras ) , universalismo , autonomía . No insistimos en la racionalidad

y en la artificialidad del universo técnico , que han sido muchas veces denunciados . Pero los otros aspectos, con todo notables, escapan, en general, a nuestros contemporáneos. Así, Ellul insiste sobre el hecho de que la orientación y las opciones técnicas se efectúan por sí mismas (automatismo) — estas opciones son sufridas por el hombre, escapan a

su voluntad . La Técnica progresa por sí misma por una especie de necesidad interna independiente de la voluntad humana. El fenómeno técnico no puede ser disociado para conservar lo que está bien y abstenerse de lo que está mal. Hay un todo que lo hace inseparable . “ (13) . Por otra parte, el edificio técnico se acrecienta sin cesar porque cada técnica se perfecciona gracias a las otras ( entrañamiento ) ; acrecentándose , acaba por ganar

el mundo entero y por destruir a todas las civilizaciones no técnicas (universalismo ) . En fin ,la Técnica ‘ se ha convertido en una realidad en sí que se basta a sí misma , que tiene sus leyes particulares y sus determinaciones propias “ (14) . Estos análisis hacen resaltar, con toda evidencia, el carácter totalitario de la Técnica , que se ha apoderado de todos los engranages de la vida moderna desde la base hasta la cúspide , es decir, hasta el Estado . Como señala Jacques Ellul , la conjunción del Estado y de la Técnica no es un hecho neutro , no puede conducir lógicamente más que al Estado totalitario .



Naturalmente el autor del “Sistema técnico “ no deja de atajar el tópico de la “ neutralidad “ de la Técnica . Esta pretendida “neutralidad “supondría ante todo que se oriente la técnica en cierto sentido por motivos morales en consecuencia no técnicos . Pero es precisamente uno de los caracteres principales de la técnica ( ... ) no soportar un juicio moral , ser resueltamente independiente y eliminar de su dominio todo el juicio moral . No obedece jamás a esta discriminación y tiende por el contrario a crear una moral técnica completamente independiente “ (15) . Finalmente, “el hombre se encuentra ante una opción exclusiva, utilizar la técnica como debe ser según las reglas técnicas, o no utilizarla en absoluto “ (16) .



Las conclusiones de Jacques Ellul son más bien pesimistas; después de haber constatado que la máquina ha conquistado el cerebro y el corazón del hombre medio, y que la técnica no encuentra ya obstáculo, nos pone en guardia contra el hecho de que el hombre ya no tiene medios para dominar la técnica. No solamente el hombre ya no domina la Técnica, sino que se arriesga a convertirse en su esclavo. En efecto, en adelante todas las actividades humanas están dirigidas hacia la Técnica, convirtiéndose esta en el fin supremo — no obstante, encuentra aún algunas resistencias de orden individual o moral que exasperan a los técnicos. “Para un técnico es una realidad insoportable que algo no funcione. ¿Pero qué es lo que no

funciona ? Un análisis muy superficial permite decir que es el hombre. El técnico atacará a este problema como a cualquier otro. Y porque tiene en sus manos un instrumento precioso que hasta el presente le ha permitido resolver las dificultades encontradas, aplicará este método aquí también”(17). El hombre será entonces Sacrificado a la Técnica, que se ha convertido

Ídolo monstruoso del mundo moderno.



Como el estudio realizado por Jacques Ellul no se refiere más que al fenómeno técnico contemporáneo, no menciona las consecuencias desastrosas del desarrollo anárquico y totalmente incontrolado de este fenómeno en sus comienzos que se remontan a finales del siglo XVIII , notablemente el éxodo desde los campos hacia las ciudades tentaculares y la creación del proletariado . No se podrá insistir en exceso sobre el papel nefasto jugado por la Técnica creando el Proletariado — esta “ casta “ artificial que ha desequilibrado completamente la sociedad moderna , condenada , desde entonces , a un estado crisis permanente . Frithjof Schuon nos recuerda “ que el “ mundo obrero” es una creación totalmente artificial , debida a la máquina y a la vulgarización científica que se le relaciona ; dicho de otra manera , la máquina crea infaliblemente el tipo humano artificial que es el ‘ proletario “ , o más bien , crea el “ proletariado , porque se trata esencialmente de una colectividad cuantitativa y no de una “ casta “ natural , es decir, teniendo su fundamento en cierta naturaleza individual . Si se pudieran suprimir las máquinas y reintroducir el antiguo artesanado con todos sus aspectos de arte y de dignidad , el “ problema obrero cesaría de existir ‘ (18) .

Después de esta terrible requisitoria fundada sobre pruebas indiscutibles, los alegatos de los defensores del “Progreso “parecen bien débiles. Al no querer incriminar ni a la ciencia, ni a la técnica, ni tampoco a la máquina , se ven obligados a hacer intervenir las deficiencias humanas . No es la Técnica, dicen, la responsable del desorden actual, sino el hombre, por culpa de su mala adaptación a las nuevas condiciones del universo  técnico. La máquina ha evolucionado, el hombre no. Pero para solucionarlo será posible acelerar la evolución humana ( los regímenes totalitarios se encargarán de buena gana ) y aquí reaparecen las ideas luminosas del Siglo de las Luces sobre la “perfectibilidad “ del hombre , sobre la omnipotencia

de la “instrucción“ y del “ambiente“ sobre la virtud de las “buenas instituciones “ , etc ... Y si todo esto no bastara , no se retrocedería ciertamente ante la idea de dar un pequeño empujón a esta famosa “ Evolución “ que se muestra perezosa (¡ después de haber pasado del pez al hombre ! ) Intentando pequeñas manipulaciones genéticas, por ejemplo . ¿ Por qué no ? . El ideal sería la producción en serie de un “homo technicus“ perfectamente adaptado a las normas técnicas ; la pesadilla climatizada imaginada por Aldous Huxley en “ Un mundo feliz se haría entonces realidad .



Llegado a este punto , nuestro lector no dejará de suscitar una objeción llena de sentido común : “ Toda esta argumentación , dirá , por fundada que esté , ¿ no choca con la dura realidad de los hechos ? . Como no se puede ya destruir las máquinas, ¿no es mejor adaptarse? “ . Es cierto que nuestra crítica puede parecer, por una parte, puramente negativa, y , por otra, que no tenernos remedios que proponer . El hombre ha escogido perder su alma a cambio de la conquista del mundo - este pacto ha sido virtualmente firmado en espíritu y no puede ser negado ya. Las máquinas ya no pueden ser detenidas bajo pena de espantosas catástrofes: hambres, etc ... Y tal es probablemente uno de los componentes del Kali - Yuga . Pero, como nos recuerda Frithjof Schuon , “ la imposibilidad de salir de un mal no impide al mismo ser lo que es ; para encontrar un remedio , si se presenta el caso , hay que considerar

el mal independientemente de nuestras posibilidades de salir o de nuestro deseo de no verlo , porque un bien no podría producirse en contradicción con la verdad ( ... ) . Quien comprenda la verdadera naturaleza del maquinismo, — escapará por ello a las esclavitudes psicológicas de la máquina, lo cual ya es mucho. Decimos esto sin ningún optimismo “y sin perder de vista que el mundo actual es un “mal necesario “, cuya raíz metafísica está, en último análisis, en la infinitud de lo Posible divino “ (19) .



Este género de pesimismo constructivo, de coraje lúcido ante lo inevitable nos hace pensar en Julius Evola , que nos aconseja cabalgar el tigre si queremos permanecer “ de pie entre las ruinas “ , pero también en otro escritor que ha meditado largamente sobre el drama de la Técnica , Oswald Spengler . Este último, tal vez en razón de sus ideas políticas — recordemos

que estaba próximo a los medios de la “ revolución conservadora “ alemana, adopta algunos aspectos tradicionales y notablemente el de la concepción cíclica de la Historia . Por eso alcanza de golpe una altura de miras de la que sus contemporáneos son incapaces, como testimonia el extracto siguiente, tornado de su obra maestra: “La Decadencia de Occidente “. “Supongamos, escribe, que los hombres de genio de las generaciones futuras concedan más

Importancia a la salvación de su alma que a todo el poder de este mundo; que bajo la impresión de la metafísica y de la mística, que hoy día son reemplazadas por el racionalismo, el sentimiento creciente del satanismo de la máquina se apodere precisamente de los sabios de que se trata, nada detendría el fin de este gran drama, que es un drama de los espíritus,

en el que no se podría dejar de servirse de las manos (...) . Se ha sentido al diablo en la máquina y no se ha errado en esto. Ello significa, a los ojos de un creyente, el Dios destronado “ . Spengler ha sentido tanto la importancia de lo que está en juego que ha escrito un libro sobre el problema de la Técnica, libro en el que se enlaza con la inspiración de los antiguos profetas y con su tono apocalíptico. “Nos encontramos hoy, escribe, en la fase más aguda, en el momento mismo en que el telón se levanta para el último acto . Se desarrollan las peripecias decisivas , la tragedia se acerca a su fin (...) . El dueño del mundo está a punto de convertirse en esclavo de la Máquina que le obliga — y nos obliga a todos, seamos o conscientes - a ir por donde quiere (...) . LA MECANIZACION DEL MUNDO  ha entrado en una fase de hipertensión peligrosa en grado extremo (...). No se trata en absoluto de una simple crisis, sino de los PRODROMOS DE UN CATACLISMO “ (20) .



No debe confundirse el sentido profundo de las ideas de Spengler : no se trata de pesimismo , sino de una visión global y cíclica de la Historia; no se trata de lamentarse sobre el fin de una civilización porque todas son mortales — ni de lamentar la “ técnica maquinista “ que desaparecerá con la Civilización Fáustica — y porque se prepara ya un nuevo nacimiento.



¿ Conocía el autor de “La Decadencia de Occidente “ las doctrinas tradicionales y , en particular , las que conciernen a las diferentes eras que debe atravesar la humanidad ? ; ¿ sabía que estamos al final del Kali-Yuga ?. No podemos certificarlo, pero importa poco . Lo esencial no está ahí, reside en el último mensaje de Spengler : “ La historia de esta técnica se acerca rápidamente a su fin ineluctable “ ; y en su última exhortación “ Hemos nacido en este tiempo y debemos continuar con valor , hasta el término fatal , el camino que nos ha sido trazado “ (21) .



Jacques Anisson du Perron .

( Artículo publicado en “Totalité “ n24, 1986 )



N OTAS

 (1) René Guénon , La crise du monde moderne

(2) Ibid

(3) Ibid

(4) René Guénon «  Le regne de la quantité et les siqnes des temps “

(5) Frithjof Schuon , “ Regards sur les Mondes Anciens

(6) Ibid .

(7) La oeuvre complete de Tchouang -tseu “ . Gallimard , 1969 .

(8) Karl Jaspers , “ La situation spirituelle de notre époque “ .

(9) Gabriel Marcel , “ Les hommes contre lThumain “ .

(10)Bernanos ‘ La France contre les robots

(11) Cf . Saint-Exupéry , “ Lettre au Général X .

(12) Jacques Ellul , “La Technique ou l’enjeu du siècle .

(13) Ibid .

(14) Ibid .

(15) Ibid .

(16) Ibid .

(17) Ibid .

(18) Frithjof Schuon , “ Castes et Races “ .

(19) Ibid

(20) Oswald Spengler , L’Homme et la Technique “

(21) Ibid



La crisis ecológica es solo exteriorización de un malestar interior, que no podrá resolverse sin un renacimiento espiritual del hombre occidental.



S.H. Nasr



La máquina ha destrozado la estructura secular de la vida humana, orgánicamente vinculada  con la vida de la naturaleza.



N. Berdiaeff


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